Pesarios
Son dispositivos que se colocan en la vagina y sirven para elevar y dar soporte re colocando el útero, la vagina, la vejiga o el recto cuando cualquiera de ellos ha descendido de su lugar habitual debido a la debilidad de los tejidos y músculos del suelo pélvico.
La corrección que consiguen y la existencia de algunos modelos que pueden llevarse mientras se mantienen relaciones sexuales sin notarse son una garantía para poder continuar con una vida social activa y sexual normal.
Un prolapso no se puede revertir, sobre todo si se trata de un grado II o III avanzado, sin embargo, se pueden aliviar sus síntomas y evitar que empeore de una manera fácil con el uso de un pesario vaginal
Se usa para:
Disfunción del suelo pélvico.
Incontinencia urinaria de esfuerzo.
Prolapso uterino o vaginal
Cistocele, rectocele y enterocele.
Incontinencias transitorias después del parto.
Para la prevención de partos prematuros, ya que corrigen el cuello uterino corto de las embarazadas.
Existen estudios que avalan este tratamiento para mejorar la calidad de los tejidos vaginales y pélvicos, aumentando su grosor y consistencia, de manera que se reduce el riesgo de sufrir posibles efectos adversos como úlceras o infecciones.